Es una joven, hija de madre soltera y la segunda de cuatro hermanos. Vive en un pequeño pueblo del interior de Córdoba (San Basilio) donde reside su famila, sus amigos y personas que la acompañan a cumplir sus metas. Carla fue madre a sus 14 años y hoy tiene tres niños. Trabaja y cursa la secundaria para adultos. Así, se atrevió a escribir la primera parte de su novela romántica, Promételo tú, si es que aún me recuerdas. A pesar de las diferentes circustancias que le trajo la vida, demuestra que querer es poder y sobre todo que nunca es tarde, animando a más personas a que trabajen por lo que sueñan. Aprovecha para agradecerle a sus familia, a sus hermanos y a sus amigos por acompañarla en esta experiencia y, como dice ella, por soportar su ausencia. Pero su agradecimiento más grande es a su maestra de primaria, Nancy Betiol, quien creyó en ella siempre, ya que a sus ocho años escribía libros de cuentos y ella se los corregía incentivándola a seguir. Después de 20 años, volvió a escribir recordando cómo ella la alentó de niña. En el 2020, en medio de una pandemia mundial, que marcó a mucha gente lamentablemente, ella hoy de cierta manera lo agradece, ya que así volvió a conectar con la niña que fue y se reencontró con la escritura. Su inspiración para escribir en este género es gracias a la reconocida escritora Megan Maxwell, que es su favorita.